ANTE EL ARCHIVO DEL JUICIO POLÍTICO AL VICEPRESIDENTE GLAS

Desde días anteriores se pronunciaron varios asambleístas del gobierno, sosteniendo que el juicio político al Vicepresidente de la República, Ing. Jorge Glas Espinel no superaría el filtro del Consejo de Administración de la Legislatura, CAL, por cuanto no se incluyeron pruebas concluyentes al proceso. Este criterio anticipado, evidenciaba cuál sería el desenlace al respecto. Los ecuatorianos hemos asistido a esta “crónica de una muerte anunciada”, sabiendo que la lucha contra la corrupción tan pregonada por la bancada oficialista no es más que lirismo, pura palabrarería como aquella que durante 10 años ha tratado de convencernos de que vivimos en el paraíso y que teníamos a un genio de la economía por mandatario. Hoy, cuando las verdades van saliendo a flote, encontramos que el Ecuador es como una embarcación sin brújula ni tripulación en un bravío mar de tiburones y deudas por pagar que poco a poco condenan al naufragio a la débil galera que se resiste a sucumbir.

La estrategia del oficialismo fue blindarse para que ninguna de sus figuras principales fuera sometida a un proceso de investigación y juzgamiento, sacrificaron al ex contralor Carlos Pólit como una táctica para satisfacer los anhelos del pueblo que clamaba porque los corruptos pagaran por sus inescrupulosas ambiciones. Pero hasta ahí nada más sacrificarían a sus co partidarios, ningún dirigente mayor podía ser llevado al banquillo de los acusados porque entonces sí caerían en el desconcierto y sus mentes lúcidas, corazones ardientes y manos limpias se trastocarían en mentes febriles, termocéfalos, corazones sin latido y falanges en albañal. Había que darle al pueblo, como decían los romanos, pan y circo para mantenerlo aletargado, dormido, apagado, el circo fue el juicio político al ex contralor, incoado por propios miembros de su partido, -ahí sí funciona la cosa-, el pan, el sufrimiento nuestro de cada día.

Sobre las pruebas presentadas contra el Vicepresidente se dice que han sido obtenidas   de manera ilegal, y que por eso no abalizan un proceso político. En el caso incoado por el gobierno anterior contra Kléber Jiménez y Fernando Villavicencio, las pruebas sobre las que se levantó el proceso eran ilegales,  sin embargo, se las admitió, simplemente porque los nuevos amos del país así lo disponían.

Ahora, cuando se ha dispuesto el archivo del juicio político contra el Vicepresidente, los fanáticos gobiernistas, seguramente esperan que este pueblo sufrido, engañado y aguantador, diga, como decían los gladiadores en la Roma clásica, previo a su lucha a muerte en el célebre coliseo romano, dirigiéndose al gobernante,  ave Caesar morituri te salutant, “ave césar, los que hoy van a morir te saludan”. Eso quieren los dueños del poder, que este pueblo sepulte su indignación, su enojo, su exigencia porque caigan los peces gordos de la corrupción; con lo que no cuentan los fanáticos ovejunos como se los llama hoy, es que este pueblo traicionado y dolido, emergerá como un fénix desde las cenizas de su ostracismo para continuar en la lucha por la honra nacional, por la transparencia de acciones y por el severo castigo a los corruptos que tanto daño han hecho a la historia nacional.

Es la hora de la unidad comunitaria, social y popular para desenmascarar a quienes tratan de confundir al pueblo con esa palabrería vacía y engañosa que solo busca defender a los confabulados por mantener su estatus de privilegio, poder e impunidad.