¡OTRA TRAGEDIA NACIONAL!

El abuso sexual a menores de edad en los centros educativos del país. Lo que con orgullo llamábamos “Templos del saber”, a donde nosotros y nuestros hijos acudimos cada día con alegría y esperanza de aprender, parece ser que, en algunos casos, se han convertido en verdaderos centros del terror para los niños y niñas del país. Los profesores que por vocación y convicción se dedicaban de por vida a la investigación y con paciencia colocaban la semilla del saber en la mente y corazón de nuestros niños, parece ser que, en algunos casos, han perdido el sentido humano de educar y se han convertido en verdaderos monstruos que ven en la violencia y perversión la equívoca salida a sus penas y frustraciones. Lo terroríficos momentos vividos por los 41 niños y niñas de la Academia Aampetra, los más de cien infantes del Aguirre Abad, los 84 abusados de la Mushuk Pakari, los casos de abuso en la academia de ballet de Quito, son solo una pequeña muestra del infame atropello a la honra, dignidad y vida de nuestros infantes. Cifras oficiales reportan que entre 2014 y 2017 se cometieron casi 900 casos de acoso y vulneración de la integridad sexual de menores en centros educativos del país, de los cuales el 65% fueron cometidos por personal interno. No basta con endurecer las penas para castigar estos macabros hechos; debemos contar con una sociedad que repudie y combata estas barbaridades, con una familia sólida que de confianza y valentía a los niños para que puedan denunciar los abusos, con maestros probos llenos de vocación y convicción de servicio y apoyo, con una infraestructura amigable, transparente y segura y no grandes paredes de cemento y piedra capaces de esconder estas atrocidades, con autoridades valientes, capaces de combatir los abusos y denunciar y sancionar a los autores y no encubrirlos como muchas veces sucede. Consideramos positiva la iniciativa del presidente, Lenin Moreno de incorporar en la Consulta Popular, la pregunta que permitirá que casos de abuso sexual sean imprescriptibles. De contar con el respaldo ciudadano en la consulta, los abusadores deberán poner sus “barbas en remojo” porque tarde o temprano les caerá la sanción por sus indignos actos así los hayan cometido hace muchos años. Como legisladora integrante de la Comisión de Justicia y la comisión Aampetra, donde se ventilan estos casos, pondremos todo el esfuerzo para poner al descubierto estos reprochables actos, para sancionar a los abusadores y brindar protección y ayuda a las víctimas. Tenemos que hacer una minga masiva para luchar contra esta tragedia nacional.