LA LÍDER HUAORANI, ALICIA CAWIYA, VOLVIÓ A LA ASAMBLEA NACIONAL

¿Recuerdan a Alicia Cawiya?


En octubre de 2003, la vicepresidenta de las comunidades Huaorani, Alicia Cawiya, fue contactada e invitada a sesión del Pleno, por asambleístas de Alianza País, para que RESPALDARA la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní.


Los asambleísta que en ese entonces eran una aplastante mayoría, le prepararon un discurso para que Alicia leyera en el Pleno y así demostrar a la oposición, que los propios pueblos originarios de la amazonía, estaban de acuerdo con el proyecto extractivista; pero “no contaron con la astucia” de Alicia.


Luego de hablar por mas de dos minutos en su lengua materna, Alicia hizo un alto, respiró profundo, se desprendió del discurso impuesto, impreso en elegantes hojas de papel bond, y sacó una página doblada, arrugada, que seguramente contenía algunas ideas escritas en su propio idioma.


Se notó de inmediato que no hablaba un español fluido; sin embargo, le bastó para presentar su rechazo a la explotación petrolera en el Yasuní y el territorio Huaorani. “En la amazonía tenemos cuatro territorios en donde están operando siete empresas petroleras que no nos han traído ningún beneficio”, dijo en su introducción.


La dirigente manifestó que ellos han cuidado desde siempre la selva y ahora sus animales están en peligro de extinción; pidió respeto a su territorio y sugirió una indemnización por los daños causados por la explotación petrolera.


Otro demanda de la líder indígena fue la legalización de sus territorios; “como nuestras tierras no están legalizadas llegan los colonizadores, se adueñan y administran nuestras tierras” dijo.


Denunció además que el Estado ecuatoriano promueve la división de los pueblos de la amazonía al establecer la zona intangible y delimitar el Parque Nacional Yasuní. Incluso “por sacar una vía para favorecer a las petroleras se produjo el enfrentamiento entre los Tagaeri y Taromenane que provocó la muerte de varias personas”.


“Déjennos vivir como los Huaoranis queremos”, dijo, mientras los asambleístas de la oposición le aplaudían de pie y los oficialistas no sabían como callarla y esperaban que culminara su intervención.


Finalmente, Alicia dejó a la voluntad popular ecuatoriana la decisión de explotar o no el petroleo en el Yasuní, “si se quiere explotar en el yasuní se debe consultar al Ecuador, si todo el Ecuador esta de acuerdo, nosotros también apoyaremos, caso contrario nosotros y nuestros viejos no estamos de acuerdo”, sentenció.


La líder Huarani volvió a la Asamblea luego de 4 años con un mensaje claro: la actividad petrolera sigue y se les está yendo la mano. La acompañaron militantes yasunidos con los informes técnicos que demuestran lo que a ella le consta.
“Nos han reducido territorio, sólo queda un pedacito para los hermanos taromenane”, explicó.


Hasta el momento el área de afectación directa del parque es de 3 mil hectáreas, el triple de lo que el gobierno se había autoimpuesto. Eso sin contar con la exploración sísmica, que afecta 90 mil hectáreas del parque y aún le faltan 60 mil por intervenir.


El presidente Lenín Moreno incluyó la pregunta 5 de la posible Consulta Popular: 5) ¿Está usted de acuerdo en incrementar la zona intangible al menos 50.000 hectáreas y reducir el área de explotación petrolera autorizada por la Asamblea Nacional en el Parque Nacional Yasuní de 1.030 hectáreas a 300 hectáreas?.


De ganar el SI podríamos hablar de cierta restricción de la explotación petrolera en el Yasuní; sin embargo, hay la preocupación de que los Taromenane y otros pueblos no contactados utilizan estos territorios y se verían afectados directamente por la actividad petrolera. Sumemos a esto la contaminación ambiental que significa un explotación en el corazón de la selva, y el atraco en los contratos de exploración, explotación, transporte y venta de crudo, definitivamente estamos en desventaja.


Si no podemos garantizar los derechos de los pueblos amazónicos y velar por su entorno y sus vidas, al menos tomemos las palabras de Alicia:


“Déjennos vivir como los Huaoranis queremos”.